El 2020 es un año que quedará en el recuerdo de todos. Por la pandemia de COVID-19, todas las actividades que regían nuestra vida cambiaron en mayor o menor medida. Y la escuela fue una de las grandes áreas afectadas. Las clases presenciales fueron suspendidas en todo el país. Así, el gran desafío que como docentes enfrentamos el año que pasó fue el de continuar con los aprendizajes de manera virtual y cómo llegar con un modelo de educación a distancia a todos los estudiantes. El año que viene nuestro gran reto será volver a las aulas de un nuevo modo y en una nueva realidad. Toda la comunidad educativa tendrá que ponerse a trabajar para que la escuela sea  un lugar seguro. Todas las prácticas conocidas que teníamos hasta ahora deberán ser revisadas y reorganizadas.

Si bien contamos con lineamientos oficiales y protocolos que el mismo gobierno define, en el encuentro con los estudiantes somos nosotros, los docentes, los que estaremos poniendo el cuerpo y es cada institución la que sabe con qué recursos cuenta.  Habrá que tener en cuenta los recursos humanos y los materiales como también la contención que cada familia que concurre a la institución necesita.

Aquí pensamos en algunos consejitos para este regreso:

• Comuniquen todo a los estudiantes antes de que llegue el día del regreso: ellos deben tener información anticipada respecto de lo que va a pasar en la escuela y con qué cambios se van a encontrar.
• Demos tiempo de adaptación. No es recomendable sobrecargar a los estudiantes con cuestiones académicas desde el inicio.
• Demos mucha importancia al encuentro social y a las cuestiones emocionales que se pongan en juego. No debemos olvidar que este año fue de gran desconcierto para todos. Estrés, angustia, miedo, necesidades económicas en las familias que vieron su trabajo afectado por la pandemia y miedo a la muerte de los familiares mayores fueron algunos de los componentes de este año.
• Tener en cuenta que los estudiantes que vuelven a las aulas no son los mismos que en marzo del 2020 dejaron de ir. Pasaron muchas cosas y vivencias en el medio que nos transformaron a todos.

Tendremos que armarnos de paciencia para un año lectivo que sin dudas será diferente a lo que ya conocemos y que deberá ser de gran aprendizaje para todos. Estudiantes, docentes y familias estamos y estaremos frente a un escenario para el que nadie nos preparó y en el que nadie puede ofrecer garantías respecto de estar haciendo lo correcto. Por eso, paciencia, apoyo y buena predisposición para que todos podamos incorporar los cambios de manera positiva.

Lic. Nair Balajovsky